Por: Vanessa María
Cabrera Ovalle
Asesora de la Dirección de Investigación y Asesoría Administrativa
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De acuerdo con información periodística, “el ingreso de divisas por remesas familiares creció 15 % de enero a septiembre de 2017, y el acumulado supera los seis mil noventa y siete millones de dólares (EUA), equivalente a 44 mil millones de quetzales.” Visiones conceptuales de la relación migración-remesas familiares. Visión funcionalista Jones, 1995; Massey y Parrado, 1998; Adelman y Taylor, 1990 son los autores de esta visión, y plantean que “hay elementos para sostener que las remesas ostentan la capacidad para generar desarrollo”.
Seguramente, el argumento personal de quien envía la remesa se establece mediante la visión de favorecer a su familia. Una vez estabilizada económicamente la familia, se espera que se produzcan beneficios adicionales al emprender algún negocio; asimismo, debería ocasionar una derrama económica cuyos efectos alcancen a la comunidad. Stefoni, por su parte, considera que “las remesas crean una serie de distorsiones estructurales que se reflejan en la exacerbación del conflicto social, así como en diferencias económicas e inflación.
Todo ello fomenta un círculo vicioso que distorsiona a la economía local y deteriora sus estructuras sociales. En la medida en que solo gracias a las remesas las familias pueden mantener ciertas condiciones de vida porque no hay alternativas para acceder a empleos decentes, la emigración se convierte en una imperiosa necesidad; es decir, las remesas familiares han sido insuficientes para iniciar procesos de desarrollo de la comunidad…” (Stefoni, 2011).
Según el Banco Mundial (BM): “La migración internacional reduce la pobreza en los países de origen e influye en el crecimiento económico y el bienestar social.
Las estadísticas monetarias del BM evidencian la importancia que las remesas tienen en las economías de los países emisores de divisas, así como su aporte laboral y económico a las sociedades receptoras. En el caso de Guatemala, las remesas se han convertido en uno de los pilares de la estructura económica y en un importante factor generador del Producto Interno Bruto (PIB), en una fuente de nivelación de la balanza comercial y en un estabilizador del tipo de cambio.”