Esta semana la mayoría de estadounidenses centra su atención en los parques de beisbol de los Dodgers, Cerveceros, Astros y Medias Rojas en la carrera por llegar a la Serie Mundial.
Dicha disputa genera emociones derivadas del altísimo nivel de los protagonistas, entre quienes resaltan los que aporrean la pelota de 5 onzas de peso y unos 24 centímetros de circunferencia.
La máxima cita de este deporte es conocida como “Clásico de Otoño”, y en la 114 edición que arrancará en seis días dirán presente los ganadores de Los Ángeles-Milwaukee y Houston-Boston.
Guatemala, no en la magnitud del país del norte, también sigue este espectáculo, por lo que me permito hacer una analogía de la “Gran Carpa” y la coyuntura que vivimos a escasos tres meses de que se inicie el proceso con miras a los comicios generales de 2019.
Precisamente, allá los duelos se definen por el poder de los toletes, pero aquí apenas vemos uno que otro débil roletazo, continuos batazos de foul y alguna semejanza en el papel del TSE.
Respecto de la última línea, por ejemplo, el Tribunal Supremo Electoral no ha podido montar como corresponde la Unidad Especializada sobre Medios de Comunicación y Opinión Pública. Tal deficiencia podría causar decisiones tan equivocadas como las del umpire Ángel Hernández.
Vale apuntar que una de las atribuciones de esa instancia es vigilar la campaña anticipada, y hasta el momento no se ve cómo pueda cumplir la misión en los 340 municipios en donde debe cuidar que no se roben las bases los potenciales candidatos a corporaciones ediles, diputaciones y Presidencia.
Como para realizar esa tarea preventiva no hay recursos humanos y financieros ni preparación entre los primeros, el monitoreo de figuras elegibles resultará selectivo y retroactivo, lo cual implica que será después de la convocatoria cuando vendrá el “seguimiento”.
A propósito de estos aspirantes, en especial quienes pretenden dirigir el Organismo Ejecutivo, sus corridas son más indecisas que con convicción. Así, unas o unos mejor hacen proselitismo en otras latitudes mientras en casa optan por lanzar mensajes subliminales en espera de la luz verde.
Oficialmente no tenemos la estación climática que da sello a la Serie Mundial y sirve de referencia para las cosechas del agro, pero en la práctica política puede hablarse de candidaturas marchitas.
Hasta ahora, en un escenario atípico en las esferas partidarias, dominan la incapacidad de batear y el miedo a poncharse, aunado a que no hay certeza de participación, es decir, no hay juego.