Esta semana, Naciones Unidas celebra tres días que reflejan el papel fundamental de las mujeres en el desarrollo, empezando por el Día Internacional de las Mujeres Rurales, el 15 de octubre; el Día Mundial de la Alimentación, el 16 de octubre, y el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, el 17 de octubre. Estos temas interrelacionados tienen más relevancia que nunca este año, cuando acaba de aprobarse la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible como nueva hoja de ruta mundial. La igualdad de género y el empoderamiento y los derechos de las mujeres son asuntos transversales en la Agenda 2030, con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Destacan la meta de erradicar la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo, la meta de poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria, la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible, así como la meta de lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas. No obstante, existen grandes desafíos en materia de Agricultura familiar de pasar a un modelo de supervivencia a uno sostenible.
Sí hay grandes avances, y todos estos apuntan a un proceso de sostenibilidad con el medio ambiente, y a su uso racional. Sin embargo, poco vemos la inclusión de la mujer en estos procesos, sobre todo en el sector agrícola. Según una publicación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), es posible reducir brechas en alimentación si las mujeres agrícolas productoras y trabajadoras tuvieran las mismas condiciones que los hombres.
Es decir, en este estudio se realiza una investigación con datos duros para resumir que las mujeres rurales trabajan más pero ganan menos que sus pares. Significa que invierten más horas, sin mayores retornos, haciendo que las mujeres rurales disminuyan su presencia en los campos. Es importante valorar el papel de la mujer como agente de cambio clave para el proceso de desarrollo rural, en las mujeres se depositan los compromisos para generar un futuro sostenible y mejor. Yo en ellas confío, gracias por cultivar con su sudor y tiempo nuestros alimentos.