Para algunos era “el concierto más esperado del año”, para otros la noche en la que finalmente se encontrarían con sus ídolos. Por eso, y a pesar de la densa lluvia que acompañó su peregrinaje, desde tempranas horas del martes pasado los devotos de Thirty Seconds to Mars se agolparon a las afueras de Fórum Majadas. Durante poco más de una hora, Jared y Shannon Leto extendieron sus brazos para compartir con Guatemala las buenas nuevas (canciones) y también los clásicos de su repertorio.
El comienzo
El antepenúltimo capítulo de su gira latinoamericana, Thirty Seconds to Mars lo arrancó unos minutos después de las 22:00. Shannon Leto tomó sus baquetas y golpeó su batería como preámbulo a la entrada en escena de Jared, quien apareció ataviado con un pantalón deportivo, una camiseta de Gucci y un colorido kimono. Ante el fervor de sus seguidores, manifestado en aplausos y gritos, Monolith y Up in the Air abrieron el show.
“¿Cómo están?”, preguntó Jared a los fans que segundos antes había dirigido en los coros de Kings and Queens. El breve saludo dio paso a This is War, Dangerous Night y una lluvia de coloridos globos que danzaron por las localidades más próximas a un escenario, que el vocalista recorrió de punta a punta. Con las esferas aún en escena, sonó From yesterday, uno de los grandes éxitos de la banda.
Palabra de Jared
Jared intentó que el público disfrutara al máximo de la primera presentación del grupo en territorio guatemalteco. Así que, además de invitarlos a estar más cerca del escenario, les pidió que guardaran sus celulares. Su mandamiento fue seguido al pie de la letra, al menos por algunos momentos, y el camino musical continuó con Love is Madness, Hail to the Victor y City of Angels.
Una vez desecho del kimono, Jared eligió a un niño del público para que subiera a las tablas e intentara tocar la batería junto a Shannon. La plegaria llegó con Rescue me, tercer tema de America, el más reciente disco de la banda, para luego quedar arrasada por Hurricane. Pero el baterista del grupo también canta y lo demostró con su interpretación de Remedy.
Icónica
En todos los conciertos, siempre hay una canción que el público corea de pe a pa y a todo pulmón. Durante la presentación de Thirty Seconds to Mars, definitivamente fue The Kill, el sencillo con el que la agrupación se dio a conocer a buena parte de sus fans alrededor del mundo. Sin duda, cada “Bury me” hizo retumbar los corazones.
Con Walk on water, la noche comenzó a tocar a su fin, pero estos hermanos estadounidenses aún tenían un último regalo. Jared invitó a al menos una veintena de seguidores, a acompañarlo sobre el escenario y unirse más que nunca en Closer to the edge. La misión de desatar el fervor se había cumplido.