“Me dieron Q40 y me los pagaron a plazos, en 6 meses”, cuenta Mario Nufio sobre el premio que recibió hace 47 años cuando se proclamó campeón de la decimoquinta Vuelta Ciclística a Guatemala. “No alcanzaba ni siquiera para un abastecimiento, compré vitaminas para hacer deporte”, subraya.
La pasión y la resistencia siguen impregnadas en el expedalista, quien a sus 71 años organiza las salidas en bicicleta junto a toda su familia en la Universidad de San Carlos. “Les digo, está bueno practicar pero no correr, eso requiere de mucho tiempo y hacer lo que yo hice es muy duro”, manifiesta.
Originario de Quetzaltenango, cuna de campeones del pedal, evoca que en aquella época costaba sobresalir y que en la actualidad le recomienda a sus descendientes que tomen como prioridad el estudio: “Tenía que trabajar, estudiar y ver mis negocios, pero sí se pudo. Ellos tienen su bicicleta, pero primero el estudio y que más adelante se involucren”.
Nufio se enroló al ciclismo por sus hermanos Jorge Inés y René, y la primera bicicleta se la compró el primero a plazos, costó Q40 dio Q10 de enganche y Q5 mensuales. Tenía loderas y era muy pesada; sin embargo sirvió para entrenarse. Tomaba el tramo de Quetzaltenango a Cantel.
“Pasaban los lecheros que llevan 2 tambos y me pasaban. Eran enormes, pero decía, algún día no los voy a dejar que se vayan y efectivamente fui progresando. Cambié esa bicicleta por otra mejorcita que me la dio mi primer técnico a quien le llamaban el chivo suizo”, expresa.
Dice que entre aquella época y la actualidad no hay muchas diferencias pues se habla de alimentación, de bicicletas con tecnología de punta, pero es el talento el que conduce a la victoria. “No es el piloto, es el esfuerzo y la lucha constante la que lleva al triunfo. En aquella época yo comía frijolitos y debía velar por mantener 6 hijos”, afirma.
En su mente rebota un regalo de 5 chasises de bicicleta que le regaló Blas Quaglieri, las arregló y las puso en alquiler, con las ganancias se fue a los Juegos Panamericanos de Cali, Colombia. “Parte de las ganancias se las dejé a mi familia, para sostenerse, mientras me iba”, reveló.
Nufio tiene la dicha de que su nombre figure entre los 14 chapines que han logrado que el título del giro se quede en casa y que también la Federación Guatemalteca de Ciclismo lo honre en vida, dedicándole la 58 edición del certamen. “Me hacen sentir vivo el deseo de seguir considerándome un ciclista”, dice.