El camino hacia el norte es largo y peligroso. Esto lo atestiguan muchos de los connacionales que se fueron a buscar nuevos rumbos y oportunidades a los Estados Unidos y tuvieron que volver por no tener documentos para hacer su ingreso legal a aquel país. Pero el camino de vuelta es tambiénlargo y triste, pues las esperanzas se quedaron en el camino.
El Gobierno, por medio de instancias como los ministerios de Relaciones Exteriores, Gobernación, Trabajo y la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (Sosep) trabajan en la atención, acompañamiento y orientación a los retornados.
La Sosep cuenta con el Proyecto de recepción, atención, traslado y seguimiento a las familias retornadas de Estados Unidos y México, por medio del cual se ha atendido, en lo que va del año, a más de mil guatemaltecos en esas circunstancias.
Por su parte, la Cancillería guatemalteca también trabaja con las familias retornadas, que para lo que va del año suman 53, a las cuales se les brinda soporte psicosocial y atención integral familiar para su reincorporación a la vida del país, por medio de iniciativas para emplearlas y dignificarlas.
El asunto más delicado, en cuanto a migrantes indocumentados hacia Estados Unidos, es el de los menores que viajan acompañando a sus padres y los que viajan solos. Por ello, el Gobierno ha puesto a trabajar a todos los consulados nacionales que hay en aquel país para lograr la pronta reunificación de padres con hijos.
La primera dama, Patricia Marroquín, ha viajado tres veces a Estados Unidos para visitar los albergues donde se encuentran alojados unos 2 mil menores, con el propósito de constatar las condiciones de vida en las que están y hacer presencia de país para que los padres y los niños se sientan amparados por su Gobierno.
El presidente Jimmy Morales se ha reunido en Washington, junto a autoridades estadounidenses y de los otros países que conforman el Triángulo Norte, más México, para tratar, entre otros, el tema de la migración de indocumentados. Los planes para prevenir este fenómeno social van encaminados a la inversión en los países del Istmo, con lo cual se generarán buenas condiciones de vida para que ya no haya viajeros al norte por necesidad.