El huracán Michael, de categoría 4, tocó tierra ayer en Mexico Beach, Florida, EE. UU., donde hacía estragos con inundaciones, que cubrían numerosas viviendas, y vientos máximos sostenidos de 250 kilómetros por hora, los cuales hacían volar los tejados, además de una marejada ciclónica “mortal”, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).
El presidente Donald Trump anunció que podría visitar entre el domingo y lunes algunas de las zonas que se vean afectadas.
En un boletín especial, el NHC indicó que el ciclón se fortaleció, y movía vientos máximos sostenidos de 250 kilómetros por hora y rachas superiores, y se dirigía rumbo al nor-noroeste a 22 kilómetros por hora.
Respuesta
Los meteorólogos del NHC pidieron a los residentes en la zona que no salgan a la calle, a pesar de la “calma relativa” que genera el paso del ojo del huracán, pues los fuertes vientos reaparecerán “rápidamente” y podrían causar daños.
El gobernador de Florida, Rick Scott, prometió que “en cuanto Michael pase” se producirá una “masiva respuesta” para apoyar al Panhandle con más de un “millar de especialistas en búsqueda y rescate de personas” y 3 mil 500 miembros de la Guardia Nacional del estado.
Desde hace años no había llegado a la zona del Panhandle de Florida un huracán como Michael, que ha ido fortaleciéndose desde que el martes se adentrara en el Golfo de México y alcanzara la categoría 4 de la escala de Saffir Simpson, de un máximo de 5.
Con vientos máximos sostenidos de 250 kilómetros por hora, Michael estuvo a punto de tocar tierra como huracán de categoría 5, lo que hubiera sido a partir de unos vientos de 252 kilómetros por hora.
Junto a los fuertes vientos y lluvias, que podrían acumular hasta 30 centímetros en algunas zonas, lo que podría provocar riadas, la mayor preocupación de las autoridades es el aumento del nivel del mar.