Los hogares que reciben remesas familiares tienden a invertir más en educación, y así reducir la necesidad de que los miembros más jóvenes abandonen la escuela prematuramente para trabajar y contribuir a los ingresos, de acuerdo con un análisis del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En el documento Impacto de las remesas en las decisiones de los hogares en Guatemala, Esther Pérez Ruiz, jefa de Misión del FMI, expone que Guatemala registró una tasa neta de emigración de 14% en 2017, ocupó el undécimo lugar en el mundo entre las economías emergentes que reciben estas transferencias; y el segundo lugar, detrás de México, en América Latina y el Caribe.
“En los últimos años, las remesas han registrado una tendencia ascendente: en 2017 llegaron al 11% del Producto Interno Bruto (PIB), y en 2014 representaban el 46 % del ingreso total de los hogares que dependen de ellas (uno de cada diez)”, subrayó.
Mejora en servicios
Entre 2000 y 2014, las familias receptoras que viven en San Marcos, Quetzaltenango, Huehuetenango y Zacapa tuvieron una mejora en el acceso al agua potable y energía eléctrica, reveló la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), mediante el Índice Compuesto de Calidad de Vida.
“Estimamos que mediante políticas que mejoren las condiciones laborales en Guatemala es posible ampliar la participación de los beneficiarios de remesas en el mercado de trabajo y, a la larga, mejorar las perspectivas de crecimiento del país”, concluyó Pérez.
Se estima que 1 millón 860 mil personas reciben US $379 (Q2 mil 914) al mes, en promedio.
Previsión para 2018
Para este año, el Banco de Guatemala (Banguat) prevé que el ingreso de remesas familiares se situará en US $9 mil 52 millones (Q69 mil 609 millones), equivalente al 11.3 % del Producto Interno Bruto (PIB) y un alza del 10.5 % respecto de 2017.
En 2017, el flujo de efectivo que enviaron los migrantes, principalmente los que viven en Estados Unidos, tuvo un alza del 14.4 %, al representar US $8 mil 192 millones (Q62 mil 996 millones).
De acuerdo con la organización El Diálogo, 14% de las personas que viven en el altiplano occidental del país tiene un familiar que migró en 2017 y envió dinero ese mismo año, lo cual explica el incremento del período anterior.