Desde hoy, al tomar el cargo como superintendente de bancos, Erick Armando Vargas Sierra tendrá como objetivo primordial el cuidado de los intereses de los cuentahabientes, por lo que la independencia en el puesto es imperativa, dijo al respecto José Alejandro Arévalo, quien hoy entrega la titularidad en la Superintendencia de Bancos (SIB).
“El superintendente de bancos hace una función de representante de la sociedad en defensa de los intereses de los depositantes. Tiene que ser muy astuto con los administradores bancarios, de seguros y de otras instituciones. Él debe hacer que ellos protejan el dinero de los depositantes, y para ello tiene que ser independiente”, señaló Arévalo sobre los retos de su sucesor.
Arévalo concluyó ayer una gestión de cuatro años, en la que el sistema financiero guatemalteco escaló nueve posiciones en el pilar 8, Desarrollo del Mercado Financiero, del Índice Global de Competitividad del Foro Económico Mundial, al saltar del 27 lugar en 2015, al 18 en 2017, entre 137 países evaluados.
“Durante estos cuatro años se tuvieron situaciones difíciles de superar, no obstante, el sistema bancario se mantuvo solido en crecimiento y con liquidez”, destacó el ex superintendente.
En ese contexto, instó al nuevo jefe de la SIB a ser independiente, objetivo e imparcial en la toma de decisiones, con el fin de que el país conserve o mejore su imagen en el extranjero y le dé más confianza a los inversionistas.
Reforzar las supervisiones
Vargas Sierra, quien fue juramentado el viernes para dirigir la SIB desde hoy hasta el 30 de septiembre de 2022, dijo que su propósito será reforzar las supervisiones del sistema financiero para que se mantenga sano, líquido, solvente, y sólido.
Asimismo, manifestó que trabajará en la prevención del lavado de dinero u otros activos, por medio de la Intendencia de Verificación Especial (IVE).
Agregó que una vez analice el plan operativo anual y el estratégico de esa institución, ofrecerá una conferencia de prensa para dar a conocer su postura.
Al 21 de septiembre del año en curso, la IVE recibió 3 mil 197 Reportes de Transacciones Sospechosas (RTS), cifra que duplica las 1 mil 502 alertas que le fueron presentadas a la misma fecha del año anterior.
Derivado de estos RTS, la SIB presentó 171 denuncias en el Ministerio Público, contra 763 personas, quienes se presume habrían lavado Q1 mil 286 millones en el sistema bancario.