El británico Lewis Hamilton (Mercedes) ganó ayer el Gran Premio de Rusia de Fórmula 1, por una decisión estratégica que llevó al finlandés Valtteri Bottas a cederle la primera posición.
Mediada la carrera, Hamilton y Bottas intercambiaron sus puestos, lo que permitió al inglés triunfar por tercera vez en el Autódromo de Sochi e incrementar su ventaja al frente del Mundial.
Hamilton suma 306 puntos, mientras que su perseguidor, el alemán Sebastian Vettel (Ferrari), se queda con 256 después de finalizar tercero.
La escudería italiana no pudo discutir la supremacía de las flechas plateadas, en una carrera que confirma al Autódromo de Sochi como territorio Mercedes.
Es el único equipo triunfador en el trazado construido en el parque olímpico que albergó los Juegos de Invierno de 2014.
Hamilton se llevó la edición inaugural, repitió en 2015 y se reencontró con la gloria en 2018, gracias al gesto de su compañero. “Ha sido un caballero al dejarme pasar”, reconoció.
En 2016 ganó el alemán Nico Rosberg y, en 2017, el finlandés Valtteri Bottas, quien ayer renunció a reeditar su victoria al atender las órdenes del jefe de estrategia.
“Ha sido un buen resultado para el equipo, conseguimos el máximo número de puntos posible, pero ha sido un día difícil para mí. Todo el mundo ha visto que ha sido un día difícil”, manifestó Bottas, luego de la jornada.