Después de recorrer Los Ángeles bailando en La la land, Ryan Gosling se enfunda el traje de astronauta en First Man, un filme que el actor canadiense considera “muy patriótico”, a pesar de que se centra en la cara más oscura del viaje a la Luna de Neil Armstrong.
Única
Ryan Gosling, quien desató la locura a su llegada al Festival de Cine de San Sebastián, ante una de las concentraciones más multitudinarias que se recuerdan frente al hotel María Cristina, presentó ayer en la sección Perlas First Man, su segundo trabajo junto al director Damien Chazelle.
El actor dijo que se habla acerca de que si la bandera estadounidense aparece o no lo suficiente, pero cuando la gente vea la cinta se dará cuenta de que es muy patriótica. “La idea de centrarnos en la experiencia más personal es lo que hace que la película sea única. Del viaje a la Luna hemos leído mucho, pero no tanto de cómo lo vivieron sus protagonistas. En ese sentido es una historia íntimamente americana y a la vez universal; habla del duelo y el sacrificio, de vivir tu vida más allá de tus intereses personales”, comentó Gosling.
El largometraje se basa en la biografía escrita por James R. Hansen, a partir de entrevistas con el propio Neil Armstrong, y desvela el alto coste personal que supusieron sus logros profesionales para él, su familia, sus compañeros y el país en general. Al mismo tiempo, el filme busca transmitir al espectador el peligro real que implicaban esas misiones, metiéndolo en la cabina de mando con los astronautas y mostrando que la tecnología de esa época no tenía nada que ver con la actual.
Más personal
Si para rodar La la land Gosling aprendió a tocar el piano en tres meses, en esta ocasión se propuso aprender a pilotar y llegó a tomar algunas clases. “Enseguida me di cuenta de que mi foco debía estar en su personalidad, que era realmente compleja, tenía mucho trabajo que hacer ahí”, aseguró. Gosling recibió mucha ayuda por parte de los hijos, la exesposa del astronauta y otros familiares y personas que laboraron con él.
En cuanto a la preparación física y profesional, la NASA les abrió las puertas y asistieron a una especie de campo de entrenamiento espacial. “Solo llegamos a rascar la superficie, cada día recibíamos una sobrecarga de información. Fue interesante pasar tiempo con gente que ha experimentado esas misiones, pero esas personas son brillantes, y reflejar su trabajo ha sido un reto realmente difícil”, confesó.
De las cualidades de Armstrong, el actor destacó su capacidad de ver las cosas siempre desde una perspectiva más amplia: “Él vio el gran salto que había detrás de su pequeño paso. Se veía a sí mismo como un hombre que representaba a su país, pero también a la humanidad, y esa es una cualidad muy interesante en estos tiempos que vivimos”.