Paola Karina Lux Sacbajá está al frente de la Defensoría de la Mujer Indígena (Demi) desde el 21 de agosto último, cuando fue juramentada por el secretario general de la Presidencia, Carlos Martínez Gularte. En esta entrevista, la funcionaria expone su visión y compromiso a favor del sector al que se debe la institución que dirige.
¿Ha hecho una radiografía sobre el estado de la institución?
Ya hemos tenido acercamientos con las delegadas, para conocer cómo se desarrollan las acciones en las 13 sedes. Y pensaría que en un par de semanas tendríamos un
diagnóstico real.
¿Desarollará un plan de trabajo a partir de ese diagnóstico?
La Defensoría de la Mujer Indígena tiene un mandato específico, que es la promoción, defensa y protección de los derechos humanos de las mujeres, así como la prevención de la violencia contra ellas, y en ello debemos trabajar.
¿Conoce lo que sus antecesoras han hecho?
Sí, y no quiero hacer cuestionamientos sobre qué hicieron o no, por el contrario, estamos acá para alimentar, fortalecer y para darle continuidad al trabajo de la Defensoría y cerrar ciclos.
¿Qué áreas fortalecería?
Es de suma importancia inyectarle a la Demi la parte de la prevención de la violencia de género. En su mayoría, el trabajo ha sido tratar de subsanar y de crear mecanismos de protección y defensa hacia las mujeres, pero hemos descuidado la parte de la prevención. Entonces yo me enfocaría más en ese tema.
¿Tiene cifras del apoyo de la Demi a mujeres?
Son alrededor de 82 mil mujeres atendidas. Pero es prematuro hablar de cifras, porque cada una de ellas ha conllevado 2, 3, 4 ó 5 acciones más en pro de los casos concretos.
¿Cuál es su meta?
Establecer una meta en un espacio como este es bastante difícil. No obstante, una de las metas importantes es apostarle al tema de la prevención (de la violencia contra la mujer), continuar su abordaje desde lo comunitario, para que los líderes comunitarios también puedan ser quienes intervengan en la defensa y la protección de los derechos de las mujeres.
¿Hay planes de extender la cobertura?
Lo ideal es que haya una sede por cada departamento. No obstante, es un tema presupuestario.
¿Cuál es el presupuesto de la Demi?
Tenemos Q17 millones aproximadamente. Vemos positivo que se pueda ampliar el presupuesto, pero eso no nos compete sino a los diputados.
¿Cómo veía a la Demi, antes de su nombramiento?
Como un referente, donde las mujeres pueden encontrar una esperanza de superar las circunstancias difíciles de las cuales han sido objeto.
Un espacio en el que pueden abocarse para ser atendidas con pertinencia cultural, porque encuentran mujeres como ellas, indígenas, hermanas, en quienes pueden confiar y obtener un acompañamiento.
¿En qué áreas se ve más violencia contra la mujer indígena?
En el seno de las familias. Vengo de organizaciones que abordan el tema y (se evidencia que) las mujeres también sufrimos violencia en la calle con el acoso sexual. Sufrimos violencia en los servicios, como salud y educación, violencia doméstica. La situación de las mujeres es compleja, y aún más si se habla de la mujer indígena, a la que se tacha de sucia, analfabeta, pobre. Entonces es doblemente excluida.