Por: Claudia de Del Águila
Claudia.delaguila
@agexport.org.gt
Inicio esta columna con esta frase de Benito Juárez, “entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. Frase que considero importante mencionar al ponerla en contexto con lo que acontece en relación con los diversos bloqueos que se han venido realizando en Guatemala por parte de diferentes grupos de la sociedad. Grupos que, con la bandera de “luchar por sus derechos”, no les importa pisotear los derechos del resto de ciudadanos que se ven afectados al bloquear las carreteras y principales avenidas de la ciudad con cadenas humanas y tablones con clavos para obstruir el paso a los guatemaltecos.
Los efectos negativos en los ciudadanos y en la economía de estos bloqueos que limitan la libre locomoción, son enormes. Desde personas que se ven limitadas en trasladarse a sus centros de trabajo, hasta servicios esenciales, como transporte de heridos en ambulancias y bomberos que necesitan movilizarse para atender emergencias. Tampoco se puede dejar de mencionar el impacto en el transporte de mercancías, muchas de ellas con productos perecederos que provienen de diferentes lugares en el interior de la República, afectando los ingresos de miles de productores y empresas pequeñas, medianas y grandes.
Conforme a cálculos de AGEXPORT, con base en cifras publicadas por la Comisión Portuaria Nacional, por cada día de paralización del comercio exterior por bloqueos o paros se ocasionan pérdidas en exportaciones e importaciones marítimas por US $51.3 millones, que representan 2 mil 210 contenedores, y en comercio movilizado vía terrestre por las principales aduanas del país, un total de US $21 millones, un total 958 furgones.
No cabe duda de que, como sociedad, nos hace falta empatía y una cultura de diálogo para buscar, en conjunto, las mejores soluciones para el país, y evitar continuar dañándonos unos a otros. Existen problemas como el desempleo, la informalidad, la desnutrición, la conflictividad y la economía, alrededor de los cuales podríamos trabajar en propuestas de soluciones.
Al final, se trata de buscar oportunidades para que Guatemala y sus ciudadanos sean más prósperos, más productivos y que a los hogares lleguen ingresos para los que no los tienen, y mejores ingresos para los que ya cuentan con algunos. Estas oportunidades solo se pueden dar si se atraen más inversiones nacionales y extranjeras, si se da certeza jurídica y si se crea un ambiente propicio para la generación de empleos formales.
Las elecciones están a la vuelta de la esquina. Estos son temas que deberían incluirse en las propuestas de los planes de gobierno que presentarán los candidatos presidenciales. Estemos atentos, y exijámoslos.