Malacateco vio de cerca al precipicio empujado por un Municipal ambicioso, pero indolente; sin embargo, en los últimos 20 minutos del partido su fe dio réditos y firmó la épica: perdía 3-1 y un doblete de Juan José Valenzuela y otro tanto de Luis Landín sirvieron para remontar 4-3.
Pitó el final el árbitro Mario Escobar Toca y los futbolistas de Malacatán festejaron de forma eufórica, abrazos, felicitaciones y gritos. En contraste, Hernán
Medford abandonaba el recinto con chiflidos y el vitoreo de los aficionados “fuera”, “fuera”, cada vez más fuertes.
De no creer
La victoria de los dirigidos por Ronald la Bala Gómez tuvo un valor especial, porque salieron a la 1:00 de Malacatán, viajaron durante 6 horas, llegaron a las 7:00, a la ciudad, desayunaron y esperaron en el bus a que llegara el momento de jugar el encuentro en el Manuel Felipe Carrera.
Sabor especial
“Festejamos así. Sabemos lo que sufrimos”, dijo el zaguero Manuel Moreno aludiendo al cansado viaje. “En un equipo profesional no debería pasar, pero mi equi po,
mis jugadores sí son profesionales y lo demostraron hoy en la cancha”, expresó la Bala. Los toros se adelantaron, en el minuto 5, pero un doblete por la vía del penal, de José el Flaco Martínez, en el 24’ y 36’, los dirigía al matadero y más cuando en el 70’ Denniss López, con un cabezazo, registró el 3-1. “Esté listo porque usted va a ingresar y me va a ganar el partido”, le dijo la Bala a Juan José Valenzuela. El petenero no falló: entró en el 71’, y en el 73’ y 90’ convirtió el segundo y el cuarto, el de la victoria, respectivamente. El empate lo marcó Landín, en el 81.
Falta de actitud
Mauricio Solís, asistente de Medford, quien acostumbra a dar las conferencias en lugar del entrenador, cuando los rojos pierden, le achacó la debacle a la actitud y la relajación de los futbolistas: “Si pudiera me pondría los tacos y mostraría más actitud que varios”, zanjó el tico.