El artista chino Shan Tianfang, considerado uno de los máximos exponentes del género de los cuentacuentos, una modalidad dramática con siglos de historia en el país, falleció este martes en Pekín a los 84 años, informó hoy el diario oficial China Daily.
Shan, nacido en 1934 en Yingkou (provincia nororiental de Liaoning), pasó medio siglo subido en los escenarios relatando versiones dramatizadas de clásicos de la literatura china, y ganó especial fama cuando sus historias fueron emitidas por la radio y la televisión nacionales.
Miembro de una familia de artistas en la que su padre era músico tradicional, Shan heredó de su tío el oficio de cuentacuentos, un evolucionado arte en el país que es denominado en China pingshu, y nació en la dinastía Song (siglos X al XIII).
Shan comenzó a dramatizar relatos en 1953, a los 19 años, debutó sobre los escenarios a los 24 y no se bajó de ellos hasta su retirada en 2007, exceptuando el obligado paréntesis que para él y muchos artistas e intelectuales chinos supuso la Revolución Cultural (1966-76), en la que llegó a ser agredido por sus ideas.
Actuando habitualmente en pequeños teatros o casas de té, Shan llevó al público general historias clásicas chinas como las del Romance de los Tres Reinos, lo que ayudó a popularizar la cultura tradicional entre el gran público.
Galardonado por su carrera en 2012 con el Premio Peonía (uno de los más prestigiosos de las artes tradicionales chinas), Shan todavía puede ser oído en grabaciones a través de muchas radios, y es una voz muy frecuente en los taxis de Pekín, ya que escuchar sus relatos es uno de los pasatiempos favoritos de los taxistas.
*EFE