El paso del tiempo, las condiciones climáticas, la actividad sísmica y el desgaste de los materiales se reflejan en el Museo de Arte Colonial de Antigua Guatemala. A pesar de ello, sus no menos de 250 años de historia se mantienen en pie. Para conservar su esplendor, este edificio será sometido a una tercera fase de restauración, que fue inaugurada el martes por José Luis Chea Urruela, titular del Ministerio de Cultura y Deportes. El restaurador Ricardo Barrera, de la Dirección de Museos y Centros Culturales de esa cartera, nos llevó por esta construcción, que alguna vez fue sede de la Universidad de San Carlos, para revelar más detalles de los trabajos.
La belleza del paso del tiempo
Ricardo Barrera, encargado del proyecto, asegura que un grupo de 12 restauradores realizó una serie de investigaciones y análisis acerca de las antiguas intervenciones que ha sufrido el Museo de Arte Colonial. El equipo determinó la necesidad de trabajar en el artesonado del techo, los muros agrietados y el color amarillento de los salones, provocado por la humedad y la filtración de agua. Asimismo, en los pisos desgastados, que serán sustituidos parcialmente, “para no perder la belleza que brinda ser testigo del paso del tiempo”, agrega.
Al detalle
Actualmente, el 95 por ciento de los salones del área oriente de la construcción se encuentran restaurados. Por eso, en esta tercera fase se concluirán los trabajos en los tejados y la instalación del sistema eléctrico e iluminación. Barrera expone que todo esto lleva un proceso detallado, pues no se trata de un edificio de concreto.
El conservador explica que en lo que queda de este año las labores se enfocarán en la limpieza de bóvedas, la reparación de los servicios sanitarios y la finalización de algunas obras pendientes. Además se intervendrá el primer salón que da al área sur, las cúpulas del corredor, las fachadas interiores y se procederá a la impermeabilización de los techos.
El arte, su tesoro
En las salas cuatro y cinco se renovará el cielo falso de madera y se colocará nuevo tejado. Como medida de conservación, se trabajarán los muros que presentan deflexión y filtración de humedad, ya que estos factores han puesto en peligro piezas artísticas tan importantes como los murales del artista Guillermo Grajeda Mena.
Para finalizar, los restauradores se concentrarán en el Salón Mayor, que actualmente resguarda obras de La pasión de Cristo, del pintor Tomás de Merlo. Barrera indica que, debido a las necesidades que muestra, en esta área los trabajos podrían llevar de tres a cuatro meses.
