Manu Ginóbili, que el lunes anunció su retiro del baloncesto, compartió ayer una sentida carta en la que sostiene que estiró “bastante” su carrera y que está “convencido” de la decisión que tomó, porque no se quedó “con las ganas de nada”.
“Estoy muy entusiasmado por la decisión tomada y por lo que se viene, pero también con bastante incertidumbre de no saber cómo me adaptaré al día a día sin pensar en el próximo partido. Es que hice solamente esto durante toda mi adultez”, dice parte del extenso texto publicado en el diario La Nación y compartido por Ginóbili en sus redes sociales.
“Además, tampoco puedo decir que fue una decisión apurada o inesperada. Tengo 41 años, lo estiré bastante el temita este del básquet, ¿no? No solo eso, en mi cabeza, la temporada pasada fue en todo momento “la última”. Nunca lo exterioricé porque no tenía ningún sentido limitar mis opciones, quería dejar la puerta abierta por las dudas que cambiara de idea”, añadió.
El mejor jugador argentino de baloncesto de la historia dijo que, al regresar a los entrenamientos con los Spurs de San Antonio, todavía le dolían golpes de la temporada anterior y que eso también contribuyó a que decidiera retirarse.
“Estoy convencido y feliz del paso que di. Es difícil de explicar todo lo que sentí. Inmediatamente después experimenté un gran alivio y pensé que me iba a poder desconectar, pero empezaron a llegar los mensajes y no pude evitarlo. Algunos realmente me emocionaron”, reveló.
Sin embargo, avisó que no se alejará totalmente del equipo y que intentará colaborar “desde afuera”.
“Mis hijos ya empezaron las clases y, mientras esté en la ciudad, voy a estar cerca del equipo y de la franquicia”, afirmó.