Las constantes alteraciones climáticas están aniquilando la biodiversidad y los ecosistemas en el mundo. ¿Qué culpa tienen los animales y las plantas que conviven con nosotros de que la humanidad no cese en su intento de arrasar sus entornos y que cada vez sean más las especies en peligro de extinción? La contaminación ambiental avanza a pasos agigantados, y seguimos como simples espectadores de la hecatombe que se aproxima. Según el Informe Anual del Estado del Clima, emitido por el Gobierno estadounidense, la cantidad de gases de efecto invernadero expelidos en la atmósfera del planeta Tierra, durante 2017 alcanzó datos históricos. Alarma y preocupa el impacto que está generando el calentamiento global en el orbe, y, más impresionante, que algunas naciones no ven como prioridad combatir ese deterioro ambiental y salvar los hábitats.
El estudio argumenta que esa concentración de gases fue la más alta en los registros modernos de medición atmosférica, pues la tasa de crecimiento global de CO2 se cuadruplicó desde principios de la década de los 60. No hay que olvidar que 2016 fue el año más caluroso en la época moderna. Sin embargo, el año pasado no se quedó atrás en las condiciones mucho más cálidas que de costumbre en la mayor parte del planeta. ¿Qué más tendremos que esperar para actuar en lo que queda de 2018? Si las circunstancias ya son adversas.
Veamos, cerca de 450 científicos de más de 60 países, en coordinación con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), fueron quienes elaboraron el Informe Anual del Estado del Clima, pronunciándose y alertando en cuanto a la deplorable situación que atraviesan las condiciones climáticas en el ámbito mundial. De hecho, el desarrollo de la industria y la utilización de combustibles fósiles en procesos químicos incitan, además de la contaminación del aire que respiramos y el agua que bebemos, al aumento en las temperaturas de la Tierra, lo cual influye irremisiblemente en los ecosistemas y la biodiversidad. El cambio climático es una de las peores amenazas que enfrenta la humanidad para el equilibrio de la naturaleza, pues está en juego el mantenimiento de las biósferas.
Empero, que podemos esperar si países como Estados Unidos de América, que se denominan de primer mundo, siendo el segundo mayor contaminante del orbe, después de China, se retira de sus compromisos ambientales, bajo la administración del presidente Donald Trump, quien ha dicho que el cambio climático es “un cuento chino”.
Debemos aprender a minimizar el impacto en el medioambiente, y una de las principales acciones es evitar la tala inmoderada de árboles y plantas, que, además de ser los pulmones de la Tierra, son los principales escudos de la humanidad para hacerle frente al efecto invernadero. Si seguimos con la mala práctica de la deforestación de los escasos bosques que nos quedan, estaremos contribuyendo a acelerar la muerte de nuestra
madre Tierra.