“Nuestros Padres Lucharon un día…”, esta importante y vital estrofa de nuestro Himno Nacional retrata de cuerpo entero el anhelo permanente de nuestro pueblo de vivir con libertad y responsabilidad ciudadana. Todas las estrofas del Himno Nacional nos exhortan a entregarnos de cuerpo, mente y acción permanente a unirnos graníticamente, a efecto de hacer realidad la lucha de los criollos guatemaltecos y centroamericanos por vivir, trabajar y defender nuestra soberanía, la que está plenamente garantizada en el texto Constitucional.
En la capital, Quetzaltenango y en todos los pueblos de nuestra Guatemala, las celebraciones de la Independencia, promulgada el 15 de septiembre de 1821, mantiene entre los habitantes una actitud de celebración de distintas formas como traslado de antorchas, veladas, obras de teatro, desfiles -altamente vistosos, elegantes y distinguidos- donde estudiantes, autoridades y padres de familia participan activamente sin distingos sociales.
Quetzaltenango se distingue por celebraciones culturales desde el mes de agosto, con veladas de elección de UMIAL Tinimit RE- XELAJUJ –NOJ, “La hija del pueblo”, Señorita Quetzaltenango, Reina de fiestas de Independencia, de Deportes, Escolar, etcétera, que junto a la celebración de los Juegos Florales Hispanoamericanos mantienen desde más de cien años una tradicón de grandes kilates. Nuestra amada Guatemala merece todo nuestro esfuerzo para seguir manteniendo una lucha abierta contra la pobreza en general y seguir manteniendo el espíritu de seguir siendo defensores del contenido de las estrofas de nuestro hermoso y bello himno nacional, pues nada cuesta seguir siendo verdaderos patriotas y remontar juntos al quetzal, más alla del águila real, y actuar con la blancura y pureza del azul, blanco y azul de nuestra insignia patria.