Por: Raúl Orozco Velásquez
Coordinador de Operaciones Territoriales de la Dirección
de Fortalecimiento Institucional
de SESAN
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Para quienes hemos escuchado los conceptos aumento de la disponibilidad y consumo, seguramente los relacionamos con el tema de Seguridad Alimentaria y Nutricional. El aumento de la disponibilidad hace referencia a contar inmediatamente con los recursos o bienes para quienes lo puedan, quieran y deban utilizar, en beneficio propio y de su familia. Este incremento está condicionado por la existencia y aprovechamiento racional de los medios de producción, agua, suelo, infraestructura productiva, semillas mejoradas e insumos agropecuarios, entre otros, para multiplicar los materiales o insumos que sean necesarios para las personas y que favorezcan sus condiciones de vida.
Es por ello que la promoción e incentivo que las familias reciben para poner atención a sus necesidades, trabajando en beneficio de su condición personal, familiar y comunitaria, a través de la implementación de prácticas de producción, fortalecidas con conocimientos y experiencias técnicas a través del apoyo institucional, es de mucha importancia.
Sin embargo, para lograr ese incremento de la disponibilidad es necesario que las familias cuenten con los factores económicos adecuados para invertir en sus sistemas de producción, asimismo, los factores ambientales. En muchas áreas de nuestro país, los recursos son insuficientes para atender la demanda de la población. Todas esas condiciones adversas se ven contrarrestadas con la intervención de instituciones que se dedican al fortalecimiento de las capacidades y habilidades de las personas, familias y comunidades, y que están conscientes de la necesidad de asistir a las familias que no disponen de las mejores condiciones de vida. Entre ellas se puede mencionar a SESAN, ente articulador y coordinador de todas aquellas intervenciones sectoriales relacionadas con la seguridad alimentaria y nutricional.