Los esfuerzos sostenidos en la lucha contra cualquier clase de crimen se ven reflejados en los recuentos estadísticos que hace la Policía Nacional Civil por cada delito y hecho violento. Por ejemplo, en los primeros siete meses del año la tasa de homicidios ha bajado 17 por ciento.
Esto es resultado del trabajo de inteligencia y las acciones puntuales contra el crimen organizado y común, así como de acciones complementarias como las requisas en los centros carcelarios, donde se generan hechos de violencia como las extorsiones y ejecuciones discrecionales, además de operativos específicos que buscan prevenir hechos violentos, como el de Harley.
Diez puntos porcentuales en la baja de homicidios se han logrado en los últimos 8 años, lo que significa que la estructura de la Policía Nacional Civil, que ha permitido la especialización de sus agentes, ha tenido resultados en la prevención y lucha contra la criminalidad.
La Secretaría Técnica del Consejo Nacional de Seguridad revela que la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes es de 23.0, dato que supera la proyección hecha para 2019, que es de 23.5.
Actualmente, datos como este han tenido más proyección a los medios, pues las autoridades consideran importante que la población sepa que cada día está más protegida, que los responsables de brindar seguridad a la ciudadanía trabajan a favor de la paz y la buena convivencia. En este sentido, el ministro de Gobernación, Enrique Degenhart, afirma que lo más importante es que los guatemaltecos se sientan seguros, al referirse a esta baja de hechos violentos en los que está en juego la vida de personas.
En los recuentos de actos violentos realizados por otras instancias también se verifica la baja de muertes por hechos delictivos. El Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) también da cuenta de que en departamentos considerados rojos, como Zacapa, Chiquimula y Escuintla, se registraron en lo que va del año 42, 59 y 55 asesinatos menos, respectivamente. De seguir así la constante a la baja, los datos finales de este año apuntarán los números más bajos de hechos violentos en los últimos 10 años de vida del país.