Un grupo de legisladores demócratas urgió ayer a la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, a que reúna con sus padres a los miles de niños migrantes separados en la frontera, a más tardar hoy, cuando expira el plazo que ordenó un juez federal.
El juez Dana Sabraw, con jurisdicción en San Diego, California, dio plazo para hoy para que el Gobierno entregue a sus padres indocumentados a más de 2 mil 500 menores de entre 5 y 18 años, aunque los abogados del mandatario han dicho que solo mil 634 son elegibles para ello.
“Demandamos al presidente Trump que reunifique inmediatamente a los menores separados de sus progenitores en la frontera. (…) Esto es una vergüenza, y va contra los valores estadounidenses”, sostuvo en una rueda de prensa el senador demócrata Dick Durbin, el segundo de mayor rango dentro de su partido en el Senado.
Sin embargo, él y sus colegas, que citaron a la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, para abordar el tema, lamentaron que el Gobierno “no cumplirá” con la fecha límite, ya que, al día de hoy, “hay cerca de 2 mil infantes” separados de sus papás a causa de la política Tolerancia cero con la emigración ilegal. “Esto es una mezcla tóxica de crueldad e incompetencia”, denunció Durbin.
Hasta el momento, la administración de Trump ha reunido a 58 de los 103 niños menores de 5 años con sus padres, según datos que ofreció la legisladora demócrata Yvette Clarke en la misma conferencia de prensa.
Además de criticar la lentitud en el proceso de reunión de infantes con sus seres queridos, los senadores censuraron algunas condiciones bajo las que los indocumentados viven en los centros de detención, como obligarlos a pagar US $8 por una llamada
telefónica.
“Estos recintos no son de propiedad federal, sino privados. Eso significa que quieren maximizar sus beneficios a toda costa”, dijo a EFE el miembro de la Cámara de Representantes Luis Gutiérrez.