Con cada una de sus teclas, el piano lleva a la audiencia a deleitarse en las cálidas y suaves armonías que produce. “El instrumento rey”, como lo llama el músico nacional Gamaliel Mayén, será el punto de partida del 7 Clazz. En esta actividad, la música, que va desde la barroca hasta la contemporánea, se acompaña de expresiones artísticas, como la poesía, la pintura, la danza y los espectáculos circenses. Las presentaciones son hoy y el jueves a las 20:00 en el Teatro Dick Smith, del Instituto Guatemalteco Americano, ruta 1, 4-05, zona 4. La admisión es de Q120.
Todos afinados
Gamaliel Mayén, pianista y organizador de la segunda edición del 7 Clazz, comenta que en el título se resumen las manifestaciones artísticas contemporáneas que subirán al escenario. En las artes visuales se contará con una exposición de fotografías, animación de video y pintura en vivo. Ballet, tango, salsa y baile turco integrarán la parte de danza, mientras que las acrobacias en tela y los malabares se lucirán en los números circenses.
“La versatilidad que posee el piano es indescriptible. En 2017 tuvimos buena recepción, pues el público descubrió el encanto del instrumento. Sin embargo, este año el concepto está más afinado”, apunta Mayén. Por eso, al programa se incorpora el teatro, el canto lírico, el jazz y el góspel, además de acompañamientos con batería, flauta y bajo.
Un recital familiar
De acuerdo con Mayén, el 7 Clazz podría considerarse un recital, ya que él será el único instrumentista que permanezca sobre las tablas durante toda la presentación, para interpretar obras de Frédéric Chopin, Johann Sebastián Bach, Franz Liszt, Michel Camilo y Bebu Silvetti, entre otros. “Más allá de la música, estos shows se complementan con juego de luces. Cada uno de los 17 actos mantendrá una base de color que expresa un momento de mi vida”, resalta.
El músico destaca que lo más satisfactorio del montaje es esa familiaridad y convivencia que se logra entre los no menos de 25 artistas participantes: “Somos como una gran familia y disfrutamos mutuamente nuestras habilidades”. Gracias a esa química, dice el pianista, el espectador recibirá más que entretenimiento, una clase integral que educará sus oídos.