En la lucha diaria contra la narcoactividad, el segado de cultivos ilícitos utilizados para la elaboración de drogas es una de las tareas de los agentes de seguridad del país; policías y militares localizan y cortan sembradíos de marihuana y amapola, que son localizados en departamentos como San Marcos y Petén.
Esta semana, la Policía Nacional Civil (PNC) ha ejecutado acciones de erradicación de amapola en 10 puntos geográficos de San Marcos, donde han segado más de 3 millones 660 mil matas de amapola, con un valor superior a los 90 millones de quetzales, dando así un fuerte golpe al narcotráfico.
El año pasado, el Gobierno debió decretar estado de sitio (ratificado por el Congreso) en los municipios de Tajumulco e Ixchiguán, San Marcos, luego del secuestro de 17 agentes de la PNC en Tajumulco, quienes trabajaban en la erradicación de cultivos ilícitos en aquella región. Por tal motivo, se desplegaron más de 2 mil 500 efectivos de las fuerzas combinadas de la PNC y el Ejército, para resguardar el orden en el lugar.
Luego de haber dado con plantaciones prohibidas y erradicado los cultivos, el Gobierno se dio a la tarea de crear programas especiales para que los campesinos tuvieran mejores oportunidades para dedicar sus tierras al cultivo de productos tradicionales y la comercialización de los mismos. Además, se crearon programas sociales para beneficio de toda la población de estos dos municipios. En lo que va del año, de acuerdo con los registros de la PNC, en marzo se realizó el primer operativo de erradicación de cultivo de amapola en San Marcos, durante el cual se logró destruir 30 millones de matas. En ese operativo se utilizaron drones y patrullas especiales para localizar los sembradíos.
La amapola o adormidera (Papaver somniferum) produce el opio, con el que se elaboran drogas como la morfina y la heroína, las cuales tienen gran valor médico porque son utilizadas en la composición de analgésicos fuertes que mitigan los dolores producidos por enfermedades terminales como el cáncer. Pero, a su vez, el opio es comercializado con fines de consumo como droga recreativa, lo que da lugar al contrabando de la planta.
Esta doble utilidad ha hecho que en el mundo se permita el cultivo controlado de amapola, pero solo 18 países han conseguido este privilegio con fines médicos y científicos. Uno de ellos es España, que cultiva unas 16 hectáreas bajo los más estrictos controles de seguridad y cuenta con laboratorios para el procesamiento y conversión del opio en medicina.