Emprender en cualquier parte del mundo es un desafío. Ciertamente hay lugares en donde el ecosistema deemprendimiento e innovación puede ser un poco más desarrollado y fluido que en otros, pero eso no merma la complejidad del proceso de emprender. Este punto, justamente se refiere a la tarea de todos los actores involucrados en una cadena de proceso de emprendimiento e innovación; ayudar a potenciar, desarrollar y generar entradas que faciliten el trabajo del ecosistema actual y propicien el ingreso de nuevos actores que generen más propuestas. Porque emprender es un proceso que conlleva riesgos, inversión monetaria, planificación, mucho trabajo duro y, lo más importante, sueños y motivaciones. Es necesario pensar con los pies en la tierra y soñar en grande.
La innovación proviene de la diferencia. Cuando hablamos de pensar “fuera de la caja” es necesario apartar todas las opiniones o conceptos formados con anterioridad que puedan interferir en nuestro proceso de creación, abstraerse y tomar una nueva posición; esto, para tener nuevas perspectivas; es decir, romper paradigmas. Entonces, cabe mencionar que la dinámica y heterogeneidad a nivel transversal, en general, permitirá el desarrollo de nuevas propuestas de valor, conceptos, tipos de relaciones y, por consiguiente, innovación. Hace pocos días el ministro chileno de Economía, José Ramón Valente, comentó: “Preocupa el glamour que se asocia a los emprendedores, esto le hace mal al ecosistema emprendedor, porque mucha gente se olvida de lo complicado que es emprender”, y coincido plenamente con esa aseveración. La pirotecnia y glamour de los “flashes y fotografías de portada” deben traducirse en emprendimientos que logren crecer, escalar, o alcanzar la internacionalización. Dejar lo secundario de lado y centrarse en lo principal, que es la creación, ejecución, y trabajo serio. De esta forma nuestro aporte al desarrollo del emprendimiento en Chile se puede traducir en apoyo al crecimiento de la industria nacional. Pero no es un camino fácil, y es tarea de todos los actores del ecosistema facilitar las puertas de entrada a las nuevas mentes innovadoras, y no confundir el camino.
La propuesta de valor se genera con base en a la innovación, el talento, el trabajo y el impacto que se generará una vez que se lance al mundo.