El ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, apostó ayer por atacar a la mafia mediante el embargo de sus bienes, y combatirla “en cada calle, tienda, empresa y barrio”.
Ultraderecha
Salvini, líder de la ultraderechista Liga, visitó ayer una villa en Monteroni d’Arbia, provincia de Siena (centro-norte de Italia), que le fue confiscada en 2007 a Vincenzo Piazza, un capo de la mafia siciliana, que ahora ha sido reconvertida en una finca turística destinada también a la producción agrícola, en cuya piscina se dio un baño.
En una retransmisión en su cuenta de Facebook, Salvini subrayó que dedicará “toda la energía, día y noche, a combatir la mafia en cada calle, tienda, empresa y barrio”. Por su parte, en Roma, su socio en el Ejecutivo, Luigi Di Maio, aclaró que lo que hizo Salvini era un baño en piscina de propiedad confiscada. EFE