El tema de las drogas, su adicción y daño debe ser abordado constantemente, en todos los sectores sociales: de padres a hijos, de maestros a estudiantes, de líderes a sus comunidades. Es decir, un trabajo en equipo, de manera social.
Ayer, martes 26 de junio, se conmemoró el Día Internacional Contra el Tráfico Ilícito y Abuso de Drogas, el cual fue aprobado en 1987 en Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, en la que se determinó esa fecha para reforzar la acción y cooperación con el fin de “alcanzar una sociedad libre del consumo de drogas”.
Son varias las consecuencias del consumo de estas sustancias y representan un grave peligro para la salud y la sociedad en general. Por esa razón es de vital importancia su control y vigilancia, para salvaguardar el bienestar social.
Se considera que alrededor de 250 millones de adultos en el mundo, consumen drogas por lo menos una vez al año. De la cifra anterior, 29.5 millones sufren padecimientos de trastornos mentales como consecuencia de este hábito.
En Guatemala, las cifras del consumo de estupefacientes son alarmantes. La Secretaría Ejecutiva de la Comisión Contra las Adicciones y el Tráfico Ilícito de Drogas, por medio del Centro de Tratamiento Ambulatorio, ha señalado que en 2017 se atendió a 596 consumidores: 239 de alcohol y 197 de marihuana. Además, se brindaron 5 mil 323 terapias, mientras que en sus programas de prevención se benefició a alrededor de 23 mil 318 personas.
El año pasado, en nuestro país, se detuvo a 3 mil 182 personas por distintos delitos relacionados con la producción, distribución y consumo. Además, se dictaron 763 sentencias, de las cuales 711 fueron condenatorias por medio de jueces competentes. El combate a las drogas, sin lugar a dudas, debe comenzar con la prevención en los menores de edad, empezando por el tabaquismo, el cual es uno de los males más difíciles de erradicar.
Es importante recordar que el consumo de drogas puede combatirse con la educación.