Aparte de escuchar todo tipo de señalamientos negativos contra los maestros, hay excepciones que merecen felicitaciones y aplausos de parte de las comunidades rurales y sociedad guatemalteca, tales como el maestro líder en el sistema educativo, que se ha constituido en un guía, un consejero, un promwotor de bienestar y desarrollo, dentro y fuera del aula.
A pesar de que en la escala de la burocracia estatal está marginada y demeritada su labor educativa, el maestro lucha por salir adelante, preparase para el presente y futuro, así como mejorar en la medida de sus posibilidades la calidad educativa que imparte utilizando la creatividad, materiales de su entorno, su talento personal, tal como se manifestó en la maestra guía que, dentro de la tragedia del volcán de Fuego, clamaba por sus alumnos, que los consideraba sus pollitos.
Quién no recuerda a su mejor maestro, que era su amigo y guía, que con mucho respeto y cariño lo identificábamos con un sobrenombre; en muchos casos hacía las veces de consejero familiar. En nuestra mente aparece en nuestra vida profesional laboral o familiar; lo recordamos.
En la actualidad, en la era digital del conocimiento, enfrenta nuevos retos para transformar la educación tradicional Prusiana a una creativa e innovadora donde el papel del maestro se hace cada vez más fundamental, como guía facilitador de conocimiento y creatividad para que sus alumnos se constituyan en nuevos ciudadanos con capacidades y herramientas para resolver problemas sociales y económicos, inclusive en la gestión de riesgos en su entorno.
Se escuchan en la actualidad en centros escolares privados y públicos nuevas alternativas educativas, como las aulas digitales, la comunicación virtual permanente con los alumnos para cualquier duda en las tareas escolares por medio de las redes, como también el alumno utiliza el Internet para completar o ampliar información sobre tareas, lo cual acerca, aún más, las relaciones maestro-alumno, y extiende el tiempo de trabajo del maestro en los horarios escolares normales, el cual no se cuantifica ni se remunera.
Por lo que en la actualidad, ante un modelo de desarrollo económico a nivel nacional, el rol del maestro comprometido y de vocación se hace indispensable, porque el maestro es la única entidad de representación pública que llega a los rincones más lejanos de las áreas rurales.
Me viene a la mente una imagen de un maestro que observé nadando en un río para llegar a la escuela de la localidad.
Por lo que al enumerar descalificaciones de maestros que no cumplen con su labor educativa adecuadamente, que sí los hay también, tenemos que enumerar los buenos ejemplos de maestros que son un digno ejemplo, pues se han constituido como un líder en su área como mentores en tareas extraescolares; a estos líderes y héroes anónimos de entidades públicas y privadas, infinitas gracias por apoyar y moldear a los nuevos ciudadanos que enfrentarán nuevos retos en la presente generación.