Dicen que el ingrediente más poderoso de la música de J Balvin es que nos hace sentir orgullosos de ser latinoamericanos. Pero, parece que ahora es el mundo entero en el que se contonea al ritmo del colombiano, que el fin de semana se convirtió en el artista más escuchado en Spotify. Aunque, su éxito se mide más allá de los números y no es demasiado pronto ni arriesgado, afirmar que es el hombre del momento.
Las claves
Con no menos 48 millones de oyentes mensuales alrededor del mundo, J Balvin destronó el fin de semana a Drake como el artista más escuchado de Spotify. Tan solo en Guatemala, tiene colocados seis temas (X, No es Justo, I like it, Ambiente, Sensualidad y Downtown) en el Top 50 de reproducciones de esta plataforma de streaming.
Un disco poderoso
Mucho del éxito de Balvin tiene que ver con sus colaboraciones, pero sobre todo, con su más reciente disco, Vibras, lanzado el 28 de mayo. El material conquistó a la crítica y a publicaciones tan importantes como la revista Time, que lo colocó entre los Mejores álbumes de lo que va de 2018. El mérito es mayor si consideramos que es la única placa en español que aparece en la lista.
Muchos atribuyen la popularidad de Vibras a que el colombiano ha creado un material que traza una línea divisoria en el reguetón. Abundan los nuevos sonidos, pero también las letras en las que, a diferencia de otras del género, la mujer no aparece como simple objeto sexual. Sin duda, en estos tiempos, esa conciencia es plenamente aplaudida y reproducida.
Cercano
Inmediatamente después de lograr “hito” de haberse convertido en el rey del streaming, Balvin lo celebró con su gente en redes sociales. Otra clave del triunfo es que el colombiano sabe usar Instagram a su favor. Comparte sus lanzamientos, fotos de presentaciones y envía mensajes motivacionales a sus seguidores por las mañanas.
Ahora que alcanzó la cima a Balvin le tocará mantenerse. No parece tan difícil tomando en cuenta su poder de convocatoria. En 2015, fue parte del Empire Music Fest en Guatemala. No era la estrella del cartel y un problema técnico de otro artista lo obligó a salir a escena antes de tiempo. Poco a poco la gente comenzó a abandonar los otros escenarios para presenciar su actuación. Era el principio de una fiebre que ya se propagó por el mundo.