Los testimonios de Wilson Espinoza, un joven que trabaja como recolector de basura, despertaron en el escritor Eduardo Juárez el deseo de crear una nueva novela. Fue así que hace tres años el guatemalteco, muy afín a las historias que surgen en las calles de esta ciudad, volvió a tomar la pluma para dar forma a Trash, el título con el que regresa a las librerías.
El argumento
Trash, un texto de humor negro que mezcla realidad y ficción, relata la existencia de Milton Chete, un chico que, ante la carencia de oportunidades, lucha diariamente por subsistir. Entre los desechos y la inconformidad, sueña con ser un artista, y encontrar una voz que le permita expulsar lo que lleva dentro. “Las vivencias de Wilson Espinoza son el punto de partida de esta historia. Su autenticidad y visión de la sociedad guatemalteca fueron ese trampolín que me impulsó hacia una obra literaria”, expresa Eduardo Juárez.
Desde las calles
En esta novela Juárez reitera su afinidad por esas historias nacidas en las calles de la ciudad. Es una “nostalgia impregnada en el alma”, que se remonta a su niñez en la zona 8 y a su primer acercamiento con la realidad social. Por eso, considera, el título es un intento por resaltar esos rincones olvidados.
Trash está influenciada por la filosofía del autor, en la que reina el deseo de producir piezas que, en lugar de proyectar derrotas, den a conocer la lucha en las áreas marginales. “Es un texto de contradicciones, pues el protagonista transita por el lado pudiente, pero pasa horas inmerso en los desechos”, comenta el guatemalteco.
Retorno
Esta obra también representa “la reinserción” de Juárez en el universo de las letras. Confiesa que, además de estimarla como una de sus mejores creaciones, le causa gran satisfacción, ya que le despertó nuevamente la ilusión: “Intenté escribir muchas veces y nada me gustaba. Llegué a creer que mi vena literaria estaba acabada, pero ahora todo regresa a su lugar”.