Rubens, Jan Brueghel, Rembrandt o Metsu podrán disfrutarse desde hoy en un recorrido más “coherente” gracias a la reordenación de la colección de pintura flamenca y holandesa del Museo del Prado y la apertura de 8 nuevas salas en el edificio Villanueva que suponen una ampliación del 10 %.
Junto a ambas colecciones se inaugura también el histórico Tesoro del Delfín, una colección de “vasos ricos” en cristal de roca y piedras ornamentales que perteneció a Luis de Francia y que heredó Felipe V, primer Borbón español, en una deslumbrante vitrina circular de 40 metros de longitud.
La colección de pintura flamenca del Prado es una de las más importantes del mundo y ocupa 7 de las 8 salas reabiertas. Dos de ellas muestran importantes obras de Rubens (1577-1640), entre ellas las mitologías que pintó por encargo de Felipe IV para la Torre de la Parada, un pabellón de caza situado en el monte del Pardo en Madrid.
La pintura holandesa (1579-1800) se concentra en unas sola sala y el lugar de honor lo ocupa Judit en el banquete de Holofernes, de Rembrandt, que pertenece a un conjunto de figuras monumentales de heroínas de la Antigüedad y el Antiguo Testamento.
*EFE