Escrito por: Shant Dermegerditchian – Jefe de La Oficina de ACNUR
El 20 de junio recordamos a los 68.5 millones de personas desplazadas en el mundo, que por razones de persecución y violencia generalizada han dejado todo atrás, en busca de protección. La reciente publicación de tendencias globales de la Agencia de ONU para los Refugiados (ACNUR), muestra 25.4 millones de personas refugiadas, 40 millones de personas fueron desplazadas internas y 2 millones solicitaron refugio en 161 países del mundo, hasta 2017.
Del total de la población refugiada, más de la mitad son niños, niñas y adolescentes, y un 49 % , mujeres. En la región del norte de Centroamérica, el número de personas refugiadas y solicitantes de refugio alcanzó 294 mil para finales de 2017, debido a la inseguridad causada por grupos criminales, afectando a niños, niñas, adolescentes, familias y la comunidad LGTBI.
Los desarrollos regionales han producido un cambio en los patrones de desplazamiento, que resultó en el incremento de solicitudes de refugio en Costa Rica, Guatemala y México durante 2017. La región está implementando el Pacto Mundial de Refugiados, que se basa en la Declaración de Nueva York en 2016, y tiene la participación de Belice, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México y Panamá asumiendo compromisos bajo el Marco Integral de Protección y Soluciones.
Este es aplicado en Guatemala, y es una clara muestra de compromisos por parte del Gobierno, sociedad civil, academia, organismos internacionales y bancos de desarrollo, para el fortalecimiento de las respuestas de protección e intensificación de la búsqueda de soluciones para personas que huyen de la violencia.
Las cifras del reporte de ACNUR nos motivan a continuar fortaleciendo el trabajo con gobiernos y distintos actores sociales, apoyando en proteger los derechos humanos fundamentales y construir un futuro mejor para las personas refugiadas.