Un tanto de Kylian Mbappé, que entró en el restringido grupo de los goleadores de menos de 20 años en mundiales, dio a Francia la clasificación para los octavos de final del Mundial Rusia 2018 y apagó el sueño de Perú, eliminada de forma matemática en su retorno a la competición después de 36 años.
Cruel suerte para un equipo que demostró capacidad para codearse con los grandes, que miró a los ojos al subcampeón de Europa, plagado de estrellas, pero que, como sucediera en su debut el pasado sábado contra Dinamarca, pagó cara su falta de puntería en una competición donde cada gesto tiene un precio.
La Selección de Ricardo Gareca saltó al campo de Ekaterimburgo, abarrotado de gargantas peruanas dispuestas a alentarla, sabiendo que el único resultado que la dejaba fuera de la competición era la derrota, porque el empate entre Dinamarca y Australia la ponía con vida en caso de no perder, pero de nuevo tropezaron en la misma piedra.
En esta ocasión el gol lo marcó Mbappé, que a sus 19 años y medio se convirtió en el más joven goleador de Francia en una competición importante, honor que hasta ahora tenía el jugador de origen argentino David Trezeguet, desde que con casi 21 años marcara un tanto a Arabia Saudita en el Mundial de 1998.
Francia suma 7 duelos sin perder en competición oficial contra naciones sudamericanas y 758 minutos sin recibir un tanto.