La primera vez que vimos a Tom Hardy en este lado del planeta fue como Handsome Bob, en RocknRolla. Desde entonces, el actor nacido en el distrito de Hammersmith, Londres, ha cosechado éxitos casi inmediatos. Pero su triunfo no radica en la taquilla, sino en la calidad de sus personajes. Esta es la prueba: Legend fue casi imperceptible en la recaudación, pero es muy buena.
En el caso de Legend, Hardy interpreta a unos gemelos que se convirtieron en los reyes del hampa inglesa a finales de los 50 y principios de los 60. Uno es Reggie Kray, atractivo, de buen vestir y sabe tomar decisiones que beneficien a la organización, aunque le falten escrúpulos. Su talón de Aquiles es su gemelo: Ron Kray. Impetuoso con las determinaciones y violento con quien no le agrada, Ron no duda en tirar por la borda los logros de La Firma, su corporación delictiva. Diagnosticado como paranoide esquizofrénico, todo está bien si se toma las pastillas, las que tanto aborrece.
No es la típica historia de gánsteres. Acá no sucede la fórmula “origen pobre + triunfo opulento + ocaso en prisión = empatía por el criminal”. Sin embargo, sí guarda ciertos elementos. Al final, con cintas inspiradas en la vida real, se aprende que todos los líderes criminales guardan los mismos errores: defender lo indefendible, pensar con el corazón, sea familia o amante. Luego de una vida violenta, es el error lo que los lleva a la ruina. La película es buena, por la trama, el arte, locaciones y la música. Una producción de gánsteres sin sordina, no es nada.
Haré una mención especial por el papel de Paul Bettany como Charlie Richardson. Elegante, cínico y oscuro. Aunque lo vemos menos de cinco minutos en la historia, su personaje ilumina la pantalla. Un filme para ver en pareja, con una o varias copas de vino.
Decepción fílmica: Catch Me If You Can.
De Steven Spielberg sabemos que sus películas son finales fáciles, a menos que exploren el tema nazi-judío. En este caso, la trama es entretenida, mas no nos roba el aliento. El guion es simple; pese a ser inspirado en la vida real, pareciera ser que todo termina convenientemente bien y no impacta, al igual que su música. Las actuaciones son muy buenas, pero falla la dirección.
Una lica de domingo: Jurassic Park.
Esta debió ser la primera recomendación, lo sé. Máxime porque el 11 de junio se cumplieron sus 25 años y ayer se estrenó Jurassic World: Fallen Kingdom. Creo que esta es una cinta dominguera por excelencia: es dirigida por Spielberg, y, por tanto, no es un reto intelectual, solo es acción entretenida y familiar. Además, me recuerda la vez que la vi en los extintos cines Plaza, zona 9.