Por: Celeste Martínez, Directora Administrativa y de RRHH de SESAN, [email protected]
Innovar se ha convertido en una necesidad, poder progresar. Adaptarse a los nuevos tiempos es modernizar de forma eficaz la administración pública. Para innovar en el sector público, primero se debe definir cuál es el enfoque de las instituciones de forma táctica y estratégica. Táctica en el sentido local, es decir a corto plazo, con una alta ejecución a bajos costos, considerando la calidad del gasto. Y de forma estratégica, mediante un enfoque global, a largo plazo, disruptivo. Con el fin de establecer qué tipos de iniciativas y proyectos de innovación necesitan las instituciones. La administración pública, según los pilares weberianos de la seguridad; la continuidad, la uniformidad y la certidumbre tecnocrática generan estabilidad pero restan agilidad, lo cual limita la innovación y agilización de procesos. Con la innovación se puede lograr interactuar hábilmente y satisfacer las necesidades, de forma que la ciudadanía esté satisfecha con los servicios y se pueda crear confianza en la administración pública y romper el paradigma de servicios deficientes. Empoderar a los equipos es parte de la innovación, para proporcionar servicios que generen un valor que contribuya al bienestar social, que sean consistentes y oportunos mediante un trato amable, honesto, responsable y digno a los usuarios. Esto, por medio del uso eficiente de los recursos materiales, financieros, y el tiempo para generar credibilidad y confianza en las Instituciones.
Esto se relaciona en Guatemala con el Gobierno Abierto, para tener una ciudadanía más informada, con la participación y colaboración ciudadana, con transparencia, participación y colaboración, con el fin de mejorar la calidad de gobernanza y de los servicios públicos que la ciudadanía genera y recibe.