Portugal vuelve a encomendarse a la pegada de su capitán y gran referencia, Cristiano Ronaldo, para intentar derribar el muro marroquí y sumar su primera victoria en el Mundial de Rusia 2018, después de haber salvado un sufrido empate contra España.
Aún resuenan los ecos de la noche estelar del delantero del Real Madrid en Sochi. Su eficacia contra la roja salvó de un auténtico disgusto a los campeones de Europa, que habían desperdiciado dos ventajas y quedaron al borde del nocaut.
Marruecos encara el partido con esa necesidad de puntuar para no quedar eliminado y con dudas en su esquema por la baja segura de Noureddin Amrabat, que sufrió una ligera conmoción cerebral contra Irán.
El extremo del Leganés hubo de pasar 24 horas en observación en un hospital de San Petersbugo, y se reincorporó a la concentración el domingo, pero con la baja médica en el bolsillo para el siguiente encuentro.
El único precedente hasta la fecha entre ambos equipos tuvo lugar en el Mundial de México 86, cuando Marruecos dio la sorpresa y se impuso a Portugal por 3-1 en el último partido de la fase de grupos. > Moscú – EFE