Los albergados, víctimas de la erupción del volcán de Fuego, comparten un mismo sentimiento: recuperarse pronto de la tragedia, que ocasionó la pérdida de seres queridos y de bienes materiales.
En medio del drama, estas personas manifiestan su satisfacción por la ayuda que han recibido de las diferentes instancias de gobierno, autónomas y privadas, lo cual ha contribuido a que en estos lugares se cuente con gran cantidad de insumos.
La Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente
(SOSEP) se encarga del orden, mientras que la seguridad está a cargo de la Policía Nacional Civil y el Ejército en los 17 alojamientos: 13 en Escuintla, 4 en Alotenango, Sacatepéquez y 1 en Mazatenango Suchitepéquez.
Del alba al anochecer
El movimiento comienza a las 6:00, cuando los encargados de las habitaciones se organizan para hacer la limpieza en los refugios, con el fin de garantizar la higiene y el aseo personal de los albergados.
Mercedes Berduo, de la SOSEP, quien se encarga del albergue que está en la Escuela Tipo Federación José Martí, en la zona 1 escuintleca, indicó que en este sitio existen 35 familias que suman 800 personas, provenientes de 7 comunidades, entre ellos 260 niños y 70 adultos mayores. En este lugar también están bajo resguardo 14 mascotas entre perros, gatos y periquitas que fueron rescatados, explicó.
Durante el día, a cada hora se lleva a cabo alguna actividad con los niños y los adultos.
Olga Eloiza Nicolás, una de las afectadas, manifestó su complacencia por el servicio que han recibido del Gobierno, así como por la contribución de instancias privadas, autónomas y de personas particulares. De la misma manera, Rosario López, otra de las albergadas, expuso que la atención ha sido satisfactoria, y agregó que lo único que esperan es levantarse de la tragedia.
Claudia Maselli, procuradora adjunta de la Procuraduría de los Derechos Humanos, dio a conocer que la ayuda tiene que ser controlada por las autoridades, y recomienda: “Si alguien quiere ayudar es mejor que se informe con los encargados.”
Apoyo
La contribución de particulares, empresas, organizaciones y donaciones internacionales, han sido fundamentales en la recopilación de insumos y alimentos para atender las necesidades de las personas que sobrevivieron a la tragedia del 3 de junio.