Fui víctima de hurto adentro de un reconocido restaurante bistro de la sexta avenida. Bajar la guardia en estos días de luto nacional por lo acontecido a causa del volcán de Fuego no impidió que los vividores del mal y de lo ajeno hurtaran mi bolso, destruyendo un momento familiar y el último día en Guatemala de mis ahora suegros. Sin embargo, siendo realistas, fui parte de la estadística diaria que los guatemaltecos sufrimos, el hurto de nuestra propiedad privada, y aunque lo material se repone, la propiedad intelectual y los recuerdos personales no se recuperan, y son los que al final más valor tienen.
Inmediatamente, al saber que fui víctima de hurto, llamé a mi familia, para que me auxiliara, y gracias a ello acorté el tiempo de acción sobre el daño eventual que pudiera haberse cometido con mis documentos personales. Y segundo, nunca dudé de que, posterior a lo urgente, viene lo importante, poner una denuncia en el Ministerio Público. Revisando las estadísticas, muchas veces al no dar seguimiento a las denuncias esto hace que los vividores de lo ajeno estén en total impunidad, que no tengan medidas morales o disuasorias para tomar acciones correctivas. Prácticamente, “lo consentimos en silencio”, por falta de tiempo, por la sensación de que no se va a obtener justicia, y por otras muchas razones. Es una verdad fea y dura, al decir, “No fui a denunciar, porque no se va a hacer nada”. La falta de cultura civil para denunciar hechos ilícitos también es un problema; al momento del hurto fui corriendo al Ministerio Público más cercano, y allí me dijeron que hay que ir a Gerona para las denuncias. Saber hacia donde dirigirse también es muy importante, porque sabía que tenía que denunciar, pero no sabía donde.
En fin, no podré recuperar algunas de mis fotos de mi reciente boda, que fue lo más preciado que se llevaron, pero agradezco mucho a las personas del servicio al cliente en los bancos por que me auxiliaron en mi emergencia, solidarizándose, y hasta me dieron una botella de agua, muchas gracias por su empatía y dar esa milla extra, cuyo trato amable impidió que rompiera en llanto. También al trabajo que realiza el Ministerio Público, dónde todavía estoy esperando la rectificación de la denuncia. Como área de mejora, deberían instalar oficinas móviles o habilitar unas ventanillas de denuncias en los lugares que exista alta incidencia de asaltos y hurtos. #FuerzaGuatemala