El expresidente panameño Ricardo Martinelli, extraditado a Panamá por Estados Unidos, fue llevado a El Renacer, la cárcel aledaña a la capital donde estuvo preso el exdictador Manuel Antonio Noriega (1934-2017).
Resguardado por una caravana de al menos media docena de vehículos oficiales, el expresidente fue trasladado a la prisión, donde la prensa pudo ubicarse a las afueras del recinto, constató Efe.
En 48 horas, como máximo, debe ser llevado a la Corte Suprema de Justicia para una audiencia de control de legalidad”, dijo a Efe su abogado defensor, Sydney Sittón.
En esa audiencia debe estar el pleno de magistrados, que escucharán a las partes y decidirán las medidas cautelares para Martinelli, han explicado juristas consultados por Efe.
Se espera que en esa audiencia la defensa de Martinelli apele a sus condiciones crónicas de salud para pedir una medida cautelar distinta a la detención preventiva, una petición que mantendrá el fiscal, de acuerdo con los análisis de juristas locales.
El Ministerio de Gobierno confirmó en un comunicado que Martinelli “se encuentra recluido en el Centro Penitenciario El Renacer, a órdenes de la Corte Suprema de Justicia”.
La Dirección General del Sistema Penitenciario cumple con los procedimientos establecidos en la legislación penitenciaria y garantiza así la seguridad y el respeto a los derechos humanos de toda persona que se encuentre en privación de libertad”, añadió.
El expresidente, de 66 años, fue llevado a la cárcel tras serle practicada “una evaluación médica general a cargo de profesionales idóneos”, informó antes el Ministerio de Seguridad Pública, sin más precisiones.
Le tomaron la presión en un hangar del aeropuerto internacional de Tocumen, dijo por su parte la exprimera dama Marta Linares, a los periodistas a las puertas del Hospital Santo Tomás, adonde se presumía que sería llevado Martinelli para el examen médico.
Se esperaba que el vuelo privado que trajo desde Miami (EE. UU.) al expresidente llegara al aeropuerto capitalino de Panamá Pacífico, pero a última hora se desvió y aterrizó en una antigua pista del aeropuerto internacional de Tocumen, según los medios locales, que aseguran que allí mismo fue sometido a los exámenes médicos.
Procesado por varios delitos
El exjefe de Estado “fue recibido por unidades de la Policía Nacional, que luego de una evaluación médica general a cargo de profesionales idóneos, actuando de conformidad con las leyes, normas y procedimientos aplicables a las personas extraditadas al territorio panameño, le notificaron y dieron lectura a los artículos 22 y 25 de la Constitución Nacional”.
El expresidente debe enfrentar los delitos contra la inviolabilidad del secreto y derecho a la intimidad, y contra la administración pública y sus diferentes formas de peculado, de acuerdo con la acusación presentada por el magistrado fiscal de la causa, Harry Díaz, en octubre de 2015, lo que implica hasta 21 años de cárcel.
El Departamento de Estado de Estados Unidos aprobó su extradición bajo la regla de especialidad prevista en un Tratado bilateral en la materia vigente desde 1905, lo que significa que el ex jefe de Estado solo será juzgado en su país por el caso de las escuchas, una de las cerca de 10 causas penales que le ha abierto el supremo.