Por: Sabrina Morales, oficial de comunicación del Unfpa, Fondo de Población de las Naciones Unidas
Una forma de explicar la esencia de un censo es definirlo como una fotografía del país; esto significa, las personas que lo integran: su edad, sexo y pertenencia a los diferentes pueblos. La forma en que estas personas viven: cómo se integran sus hogares, las condiciones de sus viviendas, servicios a los que tienen acceso y su ubicación exacta en el territorio. Más allá de los números, es conocer la vida de las personas y profundizar en sus necesidades.
Los censos siguen siendo la fuente de datos más completa de los países, ya que proporcionan variables demográficas básicas de muchos indicadores relacionados con el acceso a servicios, como los lugares poblados.
Elaborar esta fotografía representa un operativo de gran magnitud que moviliza a un amplio número de personal que llegará a cada municipio, comunidad y hogar del país, un proceso que no sería posible sin la participación amplia y decidida de diversos sectores sociales y actores clave que ya han abierto sus puertas al censo. Desde la construcción colectiva de la Boleta Censal y manuales para el personal, hasta la integración de comisiones municipales, departamentales y nacional, que incorpora a instituciones de la administración pública, academia, pueblos indígenas, sector privado y sociedad civil.
Sumado a esta participación a nivel nacional, la asistencia técnica internacional de la Oficina para América Latina y el Caribe de UNFPA, la División de Población de CEPAL y el apoyo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México, INEGI, que han compartido su experiencia y aprendizajes.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible requieren de alianzas para hacer realidad el compromiso por incrementar y hacer disponible la información y datos de alta calidad, oportunos y fiables acerca de las dinámicas de la población, ODS 17.
UNFPA tiene el compromiso de la asistencia técnica a los países para la realización de censos y encuestas, así como la recopilación de datos institucionales, su difusión, análisis y la utilización para las políticas públicas a nivel nacional.
El gran valor de evidenciar las brechas de desarrollo no son únicamente los números, sino las rutas, prioridades y focalizaciones necesarias para cerrar las brechas de desigualdades, el de visibilizar a los grupos vulnerables dentro de la Agenda 2030, para lograr que en nuestro país y el mundo nadie se quede atrás.