Policías, Ejército y cuerpos de socorro participaron en las acciones de rescate de cientos de personas que quedaron atrapadas en sus casas por la erupción del Volcán de Fuego, que arrojó ceniza y arena, afectando a miles de habitantes de Sacatepéquez, Chimaltenango y Escuintla.
En el rescate de niños, mujeres y personas de la tercera edad participaron héroes anónimos que arriesgaron su propia vida por sus semejantes.
Estas fueron las imágenes que se vieron ayer, cuando trabajadores del Estado se movilizaron para apoyar a los afectados por la furia del fenómeno natural, que causó luto en decenas de hogares.
Personas particulares también brindaron ayuda a los damnificados e ingresaron a lugares que ardían para ayudarlos a salir. Su misión fue una: servir.