Con el pesar de familiares y amigos, dieron el último adiós a los restos de la inmigrante guatemalteca, Claudia Patricia Gómez González, fallecida el pasado 23 de mayo de un disparo que le hizo un agente de la patrulla fronteriza de Estados Unidos en Río Bravo, Laredo (Texas).
Este acto tuvo lugar ayer en la aldea Unión Los Mendoza, de San Juan Ostuncalco, en el departamento de Quetzaltenango.
Claudia Gómez, de 20 años, falleció a causa de una herida de bala en la cabeza. Ella viajaba con otros tres guatemaltecos, quienes resultaron ilesos en el incidente pero fueron detenidos por los policías estadounidenses.
El cuerpo de la inmigrante fue repatriado y entregado a sus padres el pasado jueves, con el apoyo del Gobierno de Guatemala, que hizo los trámites para trasladar el cuerpo desde la capital guatemalteca hacia su lugar de origen.
La ministra de Relaciones Exteriores, Sandra Jovel, expresó que “Guatemala lamenta cualquier hecho de violencia y el exceso en el uso de la fuerza de la patrulla fronteriza. Asimismo, hago un llamado para que se respeten en todo momento a los connacionales. Cualquiera que sea su estatus migratorio, se debe respetar su derecho a la vida”, agregó.