Periodista, columnista, cronista, ensayista y poeta, Atala Valenzuela murió ayer. Su fallecimiento, a los 83 años, deja un gran vacío en la prensa y las letras guatemaltecas.
Destacada trayetoria
Nacida en 1935, María Atala Valenzuela comenzó a dar luces de su vocación en la adolescencia, cuando era alumna del Instituto para Señoritas Belén y fundó la publicación Guanimá Winak. Ese fue solo el inicio de un camino que la llevó a laborar en diarios como La Hora, El Imparcial y Prensa Libre, y a mantener el espacio radial Diálogos en su hogar durante 30 años.
Aunque enriqueció el periodismo cultural con sus notas y crónicas, Valenzuela también fue poeta. Entre sus títulos se cuentan Latitudes del alma, prologado por Flavio Herrera; Tiempo en el exilio y Estación amor. Destacó, además, como ensayista y fueron conocidos sus trabajos acerca de Miguel Ángel Asturias y Emily Dickinson.
Los restos de Valenzuela están siendo velados en Funerales Reforma, zona 9; y su sepelio está previsto para hoy a las 14:00 en el Cementerio General. • Redacción