En el juicio final del Torneo Clausura 2018 de la Liga Nacional de Futbol, que concluyó el domingo, el técnico guatemalteco Amarini Villatoro, abogado y notario de profesión, apeló a la defensa del orgullo y nombre de Guastatoya, equipo con el que ganó su primera corona en la máxima categoría del balompié local.
La formación de un letrado implica conocimientos de historia, filosofía, economía y política, pero a la de Villatoro hay que agregarle la deportiva, pues es la que pone en práctica a sus 37 años y con la que logró escribir su nombre con letras de oro en los libros de la historia del futbol chapín.
Ama a tu profesión, estudia, lucha, olvida, piensa, sé leal, ten fe, ten paciencia, tolera y trabaja, son los mandamientos del abogado, que Amarini aplicó no en lo penal, laboral, comercial, administrativo ni tributario, sino en lo futbolístico, con un equipo de historia reciente, que ascendió a la liga mayor en 2014, a tan solo 4 años de su fundación (2010).
“Leal con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que comprendas que es indigno de ti”, dicta un fragmento de las letras registradas por el jurista uruguayo Eduardo Couture, y las que Villatoro aplicó con firmeza, pues forma parte del cuerpo técnico de los pechoamarillos desde el ascenso, en el que fue asistente del entrenador Ariel Sena.
El oriundo de Cobán, Alta Verapaz, quedó registrado como el segundo técnico más joven en ser campeón nacional. El primero fue el costarricense Roberto Chávez Lizano, quien lo hizo cuando tenía 28, y llevó a Xelajú a conquistar su primera luna, en 1962.
Los registros son vastos para Villatoro, pues, además, se patentó como el segundo estratega de la Tierra del Quetzal en ser campeón con un equipo departamental, ya que Douglas Zamora se registró como el primero al coronarse monarca con Suchitepéquez en 2016, en un proceso guiado por Walter Claverí, que lo dejó por la Selección Nacional.
Con el malsabor de haber caído en 2 finales: contra Antigua, en el Apertura 2015, y frente Municipal, en el Clausura 2017, el cerebro de las ideas del campeón fue fiel a sus principios, pues creyó en los suyos y le apostó a un proceso y base de futbolistas, con lo que conquistó el primer sol, como le apodaron los de Guastatoya al primer título, en alusión a lo caluroso de su región.
“Para mí y para mucha gente esto será inolvidable. Es el primer sol para Guastatoya, que se lo merece. Ya habíamos estado en 2 finales y no habíamos podido ganar. Cualquiera sueña con ser campeón; era mi anhelo, y ahora es una realidad”, expresó el adiestrador.
Con la medalla en el pecho y un semblante de emoción, pero cauto en sus declaraciones, el guerrero de maíz confesó que ser campeón siempre fue su objetivo, y para lo que se preparó.
“Fueron 12 años de trabajo. Desde la Tercera División tenía como objetivo escalar y hacer mejor las cosas. Nunca dejé de prepararme, siempre traté de estar actualizado en este mundo del futbol”, declaró antes de hacer la dedicatoria: “Es para mi familia, primero. Cuando uno llega a casa triste por una derrota, ellos son los primeros que están para dar un consuelo”, concluyó.