Desde su infancia, Benedicto Sáenz (1809-1857) se vio influenciado por el arte de su abuelo y de su padre, que fungieron como maestros de capilla de la Catedral Metropolitana, un cargo que le fue heredado en 1831. Bajo el sello de Editorial Cultura, el musicólogo Igor de Gandarias ofrece una visión detallada de este personaje, en su nuevo libro. La presentación es hoy a las 18:00 en el Centro Cultural de España, 6a. avenida 11-02, zona 1, Edificio Lux, 2o. nivel. La entrada es gratuita.
Pionero
La primera parte del libro La obra musical de Benedicto Sáenz se enfoca en mostrar el genio creativo del compositor que definió en buena medida la escena melódica del país en el siglo XIX. La investigación firmada por Igor de Gandarias destaca el importante rol del músico durante la época republicana y su impacto, como director de orquesta, en las generaciones posteriores.
Gandarias resalta que uno de los principales aportes de Sáenz fue abrir el camino hacia la música del Romanticismo. “Es considerado uno de los pioneros de la ópera en Guatemala, al impulsar el estreno de obras de este género compuestas por Gaetano Donizetti, Gioachino Rossini y Vincenzo Bellini”, explica.
Antología
Pero Sáenz fue más allá, y consagró su talento a la creación de música vocal sacra en latín, que requiere de acompañamiento orquestal. Para sustentar esta faceta, Gandarias presenta una serie de partituras que se conservan en el Museo de Arte Moderno Carlos Mérida y en el Archivo del Centro de Investigación y Documentación de las Artes, del Ministerio de Cultura y Deportes.
Así, La obra musical de Benedicto Sáenz también contiene una antología integrada por 4 piezas. El aria Caro Cibus, para soprano y orquesta de cámara; el himno O Sacrum Convivium, la plegaria Domine Salvam Fac Rempublicam; y Miserere, para solistas, coro y orquesta, y que consta de 11 números.