Que la luna le vuelva a alumbrar a Xelajú o ayudar a Guastatoya a levantar el vuelo y conquistar la primera corona. El capítulo inicial de la gran final entre quetzaltecos y occidentales cobra una gran dimensión, primero porque es inédita, y segundo, porque se cruzan 2 técnicos de la casa: Wálter Claverí y Amarini Villatoro.
Claverí se caracteriza por el buen trato al balón y la posesión, filosofía que ha impregnado bien en sus pupilos y que espera le dé réditos esta noche: “El jugador nuestro tiene que entender en donde se debe canalizar la posesión del balón y de acuerdo con nuestras necesidades, atacar esas zonas. En el parado de un equipo puede estar su propia penitencia. No estoy de acuerdo con tirarse a defender; se sufre mucho, pero es válido”, acentuó.
Por su parte, Villatoro expresó: “Nosotros trataremos de quitarle el balón; a ellos les gusta bastante la posesión. Buscaremos siempre el arco. No quisiera venirme con una desventaja de allá, y para eso no podemos ser un equipo que se mete atrás, y esperar a ver con qué sale Xela. Saldremos a buscar el resultado, claro que con precaución. Mi equipo no es defensivo ni ofensivo; lo que intenta es ser inteligente y aprovechar las virtudes cuando tiene la pelota”.
Claverí le cambió el rostro a los altenses desde la fecha 6, cuando asumió, y los metió en la fase de clasificación en el quinto lugar. Eliminó en la llave de acceso a semifinales nada menos que al campeón, Antigua GFC, y después dejó fuera de contienda a Sanarate, el ganador de la fase de clasificación. El estratega nacional se impuso a los colegas argentinos Mauricio Tapia y Pablo Centrone, respectivamente.
Los pechoamarillos, de Guastatoya, por su lado, han tomado una identidad de juego con Villatoro, quien los dirige desde 2016, y estar en fases finales se ha vuelto una costumbre. El estratega fue asistente de Ariel Sena cuando los guastatoyanos disputaron la final contra Antigua, en 2015 y en 2016; ya como entrenador perdió contra Municipal. Su estilo aguerrido, incluso, en patio ajeno, es la carta de presentación.
Hoy, las batallas previas quedarán en el olvido, porque lo único que estará en juego será un trofeo que catapulta al trono. Un duelo a toda orquesta que librará la adrenalina acumulada por los futbolistas, ansiosos por asestar el primer golpe, ese que los conduzca al estrellato y a un desahogo sin frenesí, y en el cual el valor agregado será que el Torneo Clausura 2018 tendrá como campeón a un entrenador nacional.
