En lanzamiento de latas de cerveza (prohibidas dentro de instalaciones deportivas), piedras y otros objetos contundentes, la destrucción de propiedad privada (destrozos ocasionados al bus que transportó al Deportivo Guastatoya) y la detención forzada de personas (al impedir que los jugadores pudieran salir del vestidor) terminó lo que hasta las 19:00 se vivió como una fiesta en el Estadio José Ángel Rossi, de Cobán, Alta Verapaz.
Los malos aficionados, que pensaron que podían levantar un título sin antes haber jugado los partidos, descargaron su ira por la impotencia de su equipo, que no logró el gol que le hacía falta para avanzar a la final.
Los guastatoyanos debieron pasar la noche en un hotel de la Ciudad de Carlos V, para volver a su tierra ayer en un transporte que les fue prestado, pues era imposible hacerlo en el propio, debido a los daños que sufrió a manos de los agresores.
La directiva de los príncipes azules emitió ayer un comunicado “ante los hechos vandálicos generados por un grupo reducido de personas, sin identificar”.
La entidad azul expresó su repudio a todo hecho de violencia y vandálico “dentro y fuera del estadio provocados por personas sin identificar, al final del encuentro deportivo”. Asimismo, lamentaron que no se hayan seguido las recomendaciones de no caer en incitaciones o provocaciones, según lo recomendaron en un comunicado anterior al cotejo. De tal manera que agradecieron el apoyo de la Policía Nacional Civil para retomar el control dentro y fuera del recinto, así como el apoyo oportuno de los Bomberos Voluntarios.
Para finalizar, agradecieron el apoyo irrestricto de los aficionados que colmaron el lugar y ofrecieron disculpas a Guastatoya (aficionados, jugadores y dirigentes) por los daños causados.
En el documento no se mencionan las bebidas alcohólicas que se consumieron y envases lanzados hacia la cancha, ni quién se hará responsable de pagar por los daños. Se trató de localizar a Irasema Meléndez, presidenta del club cobanero, pero no respondió.