Paraguay se convirtió en el tercer país con representación diplomática en Israel en inaugurar su embajada en Jerusalén, luego de Estados Unidos y Guatemala. El presidente de la nación sudamericana, Horacio Cartes, reafirmó su “profunda admiración” hacia el territorio sede, una nación en la que se siente “en casa” y que “defiende heroicamente su derecho a vivir en paz”.
En una breve y discreta ceremonia en la nueva legación, con presencia del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Cartes defendió su controvertida decisión, la cual el mandatario paraguayo electo, Mario Abdo Benítez, advirtió que revisará.
Cartes exhibió en el acto de apertura su gran cercanía a Israel que “ha construido una nación con ejemplar desarrollo económico y social, prosperidad y bienestar para sus hijos” tras recorrer durante milenios un “duro camino”.
“No soy amigo de posiciones tibias o ambiguas. El inocultable cariño y la admiración que siento por este noble y valiente país se funda en valores y principios que compartimos, como la democracia, la libertad, la defensa de los derechos humanos, la tolerancia respetuosa, la no discriminación y la convivencia pacífica”, aseveró Cartes.
La decisión de abrir la Embajada expresa una amistad sincera, dijo el gobernante paraguayo en su discurso en la nueva sede, situada en el Parque Tecnológico de Malha, en el mismo edificio en el que está la de Guatemala.
Netanyahu agradeció calurosamente el paso dado por Asunción, anunció un aumento de la cooperación y de las relaciones y prometió que recordará a sus amigos.
Añadió que Paraguay ayudó a los judíos a escapar de la Alemania nazi: “Hicisteis esto antes del Holocausto, durante el Holocausto y después del Holocausto. Un acto de benevolencia y misericordia que está siempre en nuestro corazón”, subrayó.
“Fue una decisión que ya venía manejando desde hace tiempo y que pudo completar en vísperas de la conclusión de su mandato el 15 de agosto”, explicó el primer ministro, y añadió que las relaciones se remontan a 1947, cuando Asunción apoyó la creación del estado judío.
El alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, dijo a EFE que el traslado implica un “reconocimiento” y un “profundo respeto” por la historia de Israel.