No todo lo que sucede en el país es negativo, trágico o alarmante. Hay noticias que por sí mismas valen la pena comentarlas y disfrutarlas, aunque sea momentáneamente. Devuelven el aliento y la esperanza por vivir en una nación en donde se erradiquen, de una vez por todas, la criminalidad y la violencia en sus diversas manifestaciones, que mantienen en vilo a la sociedad. Que en su lugar reinen la paz y la concordia. En tal sentido, el 12 de mayo de este año quedó registrado en la historia del municipio de Guatemala como el día en que no hubo ningún homicidio. “Cero homicidios”. Me hizo recordar aquel poema de Julio Fausto Aguilera, La Patria que yo ansío. “La patria que persigo es la justicia castigando con blanco, limpio brazo. Fusil sin mancha; espada limpia, blanca; no ejerce la venganza ni el agravio”.
Traigo a colación esos versos del poeta guatemalteco, porque como ciudadanos conscientes de la situación que vivimos y enfrentamos, debemos coadyuvar a la construcción de una Patria sin las máculas de la violencia. Sin derramamiento de sangre y olor a muerte en las calles del territorio nacional, pues son tantas las familias que han sufrido la pérdida de un ser querido. El trabajo que las autoridades encargadas de velar por la seguridad ciudadana hacen por devolverle a la población esa tranquilidad y convivencia en armonía que les fuera arrebatada se ha vuelto una consigna. Los homicidios en lo que va del año han marcado importantes descensos: se habla de un índice de reducción del 15 por ciento. Ciertamente, aún no podemos afirmar que ya no habrá homicidios, empero, hay acciones encaminadas para alcanzar esa meta. Por ello, es importante destacar y aplaudir esos resultados, que demuestran que hay un serio compromiso de las autoridades en el tema de la seguridad por revertir esa historia de violencia que durante los últimos años ha afectado a la población.
Ejemplos sobran. Acerca de algunos municipios en donde desde hace algún tiempo no ocurren muertes violentas, tal el caso de Santa María Visitación, Sololá, que lleva 10 años sin registrar homicidios desde 2008. Mientras que San José Chacayá, San Juan y San Marcos La Laguna, en Sololá, San Rafael La Independencia, Huehuetenango, Patzité, Quiché, Santa Catarina Barahona, Sacatepéquez y San Antonio Sacatepéquez, San Marcos, desde 2012 no reportan un solo homicidio. Toda vez, que se refleja una labor en conjunto de las autoridades gubernamentales, municipales, las fuerzas de seguridad y la denuncia a tiempo de los ciudadanos. Hoy más que nunca debe continuarse con la constante profesionalización y dignificación de la Policía Nacional Civil (PNC), para seguir cosechando frutos en cuanto a la lucha frontal contra los grupos delincuenciales, que pretenden desestabilizar y atentar contra la seguridad de los guatemaltecos. Es necesario que, si queremos un país libre de violencia y de criminalidad, nos involucremos en su edificación, con el propósito de heredar a la niñez y juventud venidera un territorio en donde puedan soñar con un futuro promisorio y en una Patria como su casa. En esa intención todos tenemos un espacio, una participación, una responsabilidad, un compromiso.