La semana pasada tuvo lugar, en Cuenca, Ecuador, la IV Cumbre
Iberoamericana de Agendas Locales de Género. Una oportunidad para dialogar, mediante un formato de talleres de trabajo, diálogos políticos y conferencias magistrales, algunas de las ideas compartidas abordaron aspectos vinculados a las causas y consecuencias de la exclusión y la expulsión de las mujeres de los espacios públicos. Los contextos socio-políticos para la participación ciudadana, plagados de desafíos vinculados a las brechas de desigualdad y de exclusión entre hombres y mujeres, así como el hostigamiento violento y el acoso sexual en los contextos urbanos, fueron otras. Este diagnóstico permitió identificar algunos de los desafíos vinculados al rol del Estado y a los procesos de construcción de gobernanza y gobernabilidad en las sociedades iberoamericanas. La noción de partida fue que la agenda de la participación política de las mujeres es una de dignificación y de dignificación de la política en sí misma. Fue reiterada la importancia del reconocimiento que el Estado debe hacer de los derechos de las mujeres diversas, durante todo su ciclo de vida, fue renovada la afirmación que este reconocimiento debe hacerse mediante acciones deliberadas de política pública, en todas las dimensiones de la vida social, para, desde una noción de gradualidad, ir construyendo distintas fases y niveles de implementación y mecanismos de institucionalización. Continuará